La solidez de esta casa
salta a la vista. No hay más que contemplar sus muros para confiar en
su resistencia al paso de los tiempos.
En ningún momento se ha intentado
deslumbrar sino hacer de esta construcción de piedra una casa
cautivadora y cálida, donde vivir feliz, con toda comodidad y muy a
gusto.
Hay tres cosas que me
gustaría señalaros. Las tres nos sirven para aplicarlas a nuestras
propias realidades, sean las que sean, las de ahora mismo o si nos
llega el momento.
La primera es la conservación de los elementos
tradicionales cuando son prácticos y hermosos: es el caso de la
reconstrucción de los techos de madera y vigas, todos de castaño gallego
macizo, una solución de toda la vida que garantiza el aislamiento y la
calidez.
Tradición también en el mantenimiento de los huecos de las
ventanas y puertas, de tamaño considerables.
Y en el diseño de la cocina, una recreación renovada de una cocina de
las de antes. Y lo más evidente: tradición en los muros de piedra, que
se conservaron tal cual, se limpiaron y se retocaron allí donde hacía
falta, unos muros que transmiten confianza eterna y aseguran protección
ante cualquier exceso climatológico.
La segunda cosa a decir es la aplicación de técnicas novedosas cuando
resultan eficaces. El mejor ejemplo sin duda es la elección del suelo
del salón-comedor, de la cocina
(espacios abiertos entre sí) y del baño. Se trata de microcemento, un
material muy resistente, fácil de limpiar al no tener juntas y, por su
acabado pulido, un buen reflectante de la luz.
Y vamos a por la
tercera, que es una decoración actualísima. Y digo actualísima no solo
porque estén presentes piezas modernas como la chimenea de casete, muy
operativa y limpísima, sino porque apuesta por el eclecticismo delicado y
hermoso, un estilo que rinde homenaje al buen gusto y se atreve a
mezclar muebles rústicos (como la mesa de centro del salón) con una
pareja de butacas afrancesadas; sitúa un sofá, también de aire francés,
en el recibidor de piedra y sobre una alfombra de yute, o coloca una
gran cama con dosel de forja dándole al dormitorio un giro romántico.
Y,
lo más arriesgado pero de resultado realmente brillante, cuelga del
techo de las vigas del baño, justo sobre la bañera exenta de diseño, una
delicada lámpara de cristal de reminiscencias clásicas.
Es una casa tradicional y rustica, llena de detalles delicados!!!!!
Que tengas una tranquila y feliz tarde!!
Blog By Nela, también en paperblog. Aquí
Via Revista El Mueble.